lunes, 28 de marzo de 2016
panteísta #2
reanudemos
¿recordás el sol?
lo recuerdo
bien, entonces bajaron
no, nos quedamos
quizás en otra memoria
escapamos y descendimos
pero ahora el gris se diluyó
y brilla el sol en el cielo
sin nubes
¿cuál fue tu nexo?
los cementerios naturales
ajá
¿recordás el incendio?
bueno, ocurre que
sobre el borde norte
del campito, hay como
pequeños monumentos:
multitudes de piedras pequeñas
agrupadas por manos humanas
que alimentan las leyendas
de cementerios indios
acá en la cima
pero la mayoría son
restos de fogatas
y piedras aproximadas
por capricho, que construyen
simbologías accidentales.
los verdaderos cementerios
son los naturales:
arbustos resecos
de ramas negras erizadas
marcadas por el fuego
y la dirección del viento
y retoños verde intenso
que hacen fuerza
para surgir entre
raíces y piedras.
ahí en los monumentos
tenés dos edades
de la sierra, conviviendo.
esos dos tiempos
son mi nexo:
están más allá del sol
y de la lluvia.
siento que vi todo
en time-lapse
las nubes se retiraron
nunca tan rápido.
ahora todo está iluminado
¿cómo llegaron?
siguiendo a los grillos blancos
que son...
eso: nuestros guías.
hay a montones
pero los ves gradualmente.
la cima es chata
como una meseta
y está parcialmente cubierta
por un pastizal seco.
los grillos saltan
de hebra en hebra
de los pastos más altos
con muchísima precisión.
vos vas caminando
y ellos te rodean,
creés que los seguís
pero no sabés si ellos
en realidad
te siguen a vos
o te escoltan
hacia algo
"siguiendo a los grillos blancos"
me repito, y son
cada vez más
¿cuál era su objetivo?
sobre la cima,
pero del otro lado, hay
otro campo de girasoles.
queríamos llegar hasta él.
entonces fuimos a través
de los cardos
si hubiéramos tenido
algo de perspectiva
nos habríamos ahorrado
esta parte del trayecto
porque podían rodearse
fácilmente, por el oeste.
pero justo a mitad de camino
está el árbol solitario
y nos servía de punto
de referencia
¿y los grillos?
nos abandonaron
no los culpo:
ellos no quieren
entrar en los cardos
¿podemos pasar rápido?
ya siento los cortes
y los raspones
sí, no te detengas
estoy del otro lado ahora.
me duelen los tobillos
concentrate en lo que sigue
¿qué había?
esta parte no la esperábamos:
una vacada pastando
en medio de la sierra.
encerradas en un segmento
de la cima, más hundido
marcado por vegetación
espinosa por el norte y sur
al oeste una bajada rocosa
y al este la ladera
por la que subieron.
las vacas manejan un umbral
de confianza de unos
veinte metros.
a partir de ahí
son repelidas como
si de fuerza magnética
se tratase.
giran sobre sí mismas,
te miran y mugen
en plan 'te metiste
en el barrio equivocado'.
pero vos ves un rebaño,
nunca a la que muge
¿entonces?
entonces las arriamos
primero involuntariamente
después vimos que era
inevitable, y las corrimos
por ambos flancos
hasta que se organizaron
y cruzaron en fila
un pasaje entre las zarzas
del lado sur, los mugidos
de alarma recorriendo
el rebaño de punta
a punta
¿no pensaron que estaban ahí por alguna razón?
sí, pero qué podíamos hacer
iban hacia los girasoles
es cierto.
los perdimos de vista
por un momento
pero ni bien subimos
detrás de las vacas
ganamos perspectiva otra vez.
¿los vieron?
los girasoles no:
el paraíso